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(Narra Ally)
‘’Señores y Señoras abróchense los cinturones, estamos a
punto de aterrizar. Gracias por haber viajado con nosotros y que disfruten de
una feliz estancia en París.’’
-Al final no ha sido para tanto ¿eh?- me dijo Niall una vez
que nos habíamos abrochado los cinturones.
-La verdad es que no- le di un besito en la meijlla. -¿Has
reservado hotel?
-Pues claro. Tengo ya todo planeado. Esta semana va a ser
inolvidable- dijo ilusionado.
La verdad es que yo también lo estaba. Pasar unas vacaciones
con tu novio que hace unos meses era tu ídolo eso no les ocurre a todas las
personas. Supongo que tuve suerte en el último momento.
Cuando bajamos del avión inmediatamente fuimos a por las
maletas. Niall se camufló como pudo pero fue casi inevitable que nos pararan
algunas fans. Mientras él se detenía a firmar yo me dedicaba a observar desde
lejos ya que no quería molestar.
Una vez recogidas las maletas fuimos inmediatamente hacia la
salida del aeropuerto donde había una fila de taxis. Cogimos uno y nos
dirigimos directamente al hotel.
Apróximadamente a las 5 de la tarde nos detuvimos delante de
un gran edificio. Ha decir verdad me impresionó. Bajamos del taxi y enseguida
un botones vino a recogernos las maletas. Yo miré a Niall sorprendida por todo.
-Nos estaban esperando, tranquila- me avisó entonces con una
sonrisa.
Seguimos al botones hasta el ascensor que nos llevó hasta
una de las últimas plantas del hotel. Luego nos detuvimos ante una puerta. El
botones sacó de su bolsillo una tarjeta y la pasó por una máquina que había en
la puerta. Automáticamente la puerta se abrió.
-Deja ahí las cosas- le dijo Niall al chico y este
inmediatamente le hizo caso.- Muchas gracias.
-Que pasen una feliz estancia- dijo el chico entonces.
-Gracias- le contesté yo.
Di un paso al frente y observe la enorme habitación que
Niall había encargado. Tenía una cama enorme de matrimonio. Apuesto que ahí
cabían por lo menos 4 personas. Una mesilla en cada lado de la cama y había un
armario enfrete de nosotros donde también estaba posada una televisión gigante.
También había un balcón por el que inmediatamente me asomé. Tenía unas vistas
preciosas de la ciudad de Paris. Se podía observar a lo lejos la Torre Eiffel.
-¿Te gusta, princesa?- me susurró Niall en el oído.
-No tenías porque molestarte tanto.
-Sí que tenía que hacerlo. A las princesas hay que tratarlas
como son- iba a protestar diciendo que yo no era una princesa cuando me calló
con un beso.
-No vale. Ya no me acuerdo de qué estábamos hablando-
protesté luego.
-Mejor, porque ahora hay que ir a cenar algo. Me muero de
hambre.
-¿Niall Horan con hambre? ¿Desde cuándo ocurre eso?- pregunté yo irónicamente.
-Deja de burlarte de mí y vamos a cenar por ahí.
Me agarró de la mano y salimos de la habitación no sin antes coger la tarjeta que
luego nos permitiría volver a entrar en esa magnífica habitación.
A mi me apetecía probar las creps así que fuimos a una
crepería cerca de la catedral de Notre Dame que era muy famosa. Estuvimos
andando mucho para llegar allí y como París era una ciudad enorme llegamos
aproximadamente a las 7 de la tarde. Cuando finalizamos de cenar paseamos un
rato a lass orillas del río Sena. Pasamos por al lado de un puente donde había
unos candados. Me paré a observarlos.
-¿Quieres poner nuestro candado ahí para hacer que nuestro
amor dure para siempre?- me preguntó Niall con un candado en una mano y un
rotulador en al otra.
-¿Venías ya preparado?- asintió sonriendo.- Eres el chico
más perfecto sobre la faz de la tierra.
-Vas a hacer que me sonroje- me dijo bromeando.
-Ya estás rojo y me encanta.
Le cogí el candado y escribí en el ‘’N+A 4ever’’.
-Ponlo- le dije a Niall.
Él me hizo caso y una vez que hubo tirado la llave al río me
besó allí mismo.
-¿Sabes que nuestra tranquilidad no durará eternamente
verdad?- me dijo después. Yo asentí tristemente.
-Lo suponía ya que las fotos de las fans del aeropuerto irán
al Twitter y ya sabrán que estamos aquí pero me da igual con tal de estar
contigo aquí, en la ciudad del amor.
-Te quiero Alison- me dijo luego sujetándome levemente laa
cintura.
-Y yo James- me reí y él conmigo al usar su segundo nombre.