Cinco chicas que cumplen su sueño gracias a un concurso. Conocen a One Direction y triunfan en el mundo musical. ¿Qué más podrían pedir? Eso es lo que se preguntan hasta que el destino pone unas cuantas piedras en su camino.

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domingo, 30 de junio de 2013

Capítulo 58 '' Engaños '' (Segunda Temporada) Maratón

(Narra Evie)
Cuando las chicas llegaron yo aún estaba despierta. Compartía habitación con Ally pero todas habían venido para ver como estaba. Eran unos cielos la verdad.
-¿Qué tal la noche chicas?- les pregunté acomodándome en mi cama. Ya estaba en pijama y lista para dormir solo que no daba conciliado el sueño.
-Bien- contestó Laia.- La cosa es ¿qué tal tú noche, Evie? – supongo que se referiría a Justin y Harry.
-Fatal- dije casi apunto de derramar la primera lágrima.
-Ei, no me llores ¿eh?- me dijo Fly acariciándome la cara.
-Es que es frustrante- dije algo harta ya de todo.- Ya sé que llevamos a penas un par de meses juntos pero me conoce desde hace ya casi dos años y sigue desconfiando de mí.
-Tienes razón, Evie. Toda la del mundo pero enfadándote así no consigues nada. Es mejor que hables con Harry y aclares todo.
-¿Y qué le digo? Es que ¿sabes? Él también es muy terco, tanto como yo. Además ya tiene a otra amiguita. Odio que me haga esto solo por este bache que estamos pasando.
-Yo no entiendo como ese cazurro puede pensar que entre tú y Bieber puede haber algo si nisiquiera os conocéis- comentó Rebeca. Tenía muchísima razón. Yo no saldría con Justin nunca y no porque no me pareciera guapo si no porque no podía verlo más que como a un amigo y antes que nada era mi ídolo. Además yo estaba muy enamorada de Harry.
-Tienes que hablar con él, Evie- me repitió de nuevo Fly.
Consiguieron convencerme y me vestí a la velocidad de la luz. En cinco minutos estaba más o menos decente para andar un par de calles hasta el hotel de los chicos. Me despedí de las chicas y salí por la puerta. Eran las 4 de la mañana aproximadamente y me arriesgaba a que Harry no me abriera la puerta pero por intentarlo no perdía nada. Después de todos regresábamos mañana a Londres justo a tiempo para seguir con nuestra pequeña gira. Nada más aterrizar en Londres cogeríamos nuestras maletas para volar hacia Dublín.
Llegué al hotel de los chicos y subí hasta la planta donde se encontraban. Ninguno compartía habitación por lo que no sabía muy bien a cual de ellas tocar. Pero entonces recordé que Harry me había mandado el número de la suya  por SMS. Lo leí y me dirigí inmediatamente hacia esa. Llamé dos veces solamente pues Harry me abrió casi instantáneamente. Se sorprendió bastante al verme. Él estaba medio desnudo algo que no me extrañaba ya que así iba por casa.
-¿Evie?- se sorprendió.- ¿Qué haces aquí?
-Venía a disculparme por lo de hoy. Sinceramente mi intención no era molestarte abrazando a Justin. Sabes perfectamente que es mi ídolo…- mi pequeño discurso fue interumpido por una voz femenina proveniente de la habitación.
Al principio me extrañé pero luego me enfadé. Era la chica de la fiesta. Cassy. Me entraron unas enormes ganas de llorar. Harry me miró muy preocupado pero eso me daba completamente igual. Me había traicionado. ¡Qué irónico! Él pensaba que lo iba a engañar yo y va y el que me engaña resulta ser él. ¡Qué hipócrita!
-Evie, espera- me dijo cuando vio que mi intención era retirarme de allí.- No es lo que tú piensas.
-¿Perdona? ¿Qué no es lo que yo pienso? ¿Pero te crees que soy tonta? Me abres medio desnudo y bastante nervioso. Y luego está la chica de antes aquí ¿Qué no es lo que yo pienso? Ni siquiera intentes negarlo. Eres un hipócrita y no quiero volver a saber nada de ti. Olvidame- le grité mientras me marchaba derramando las primeras lágrimas.
Bajé corriendo las escaleras y el resto de mi corta trayectoria corriendo. Llegué a mi habitación llorando un mar de lágrimas que Ally intentó borrarme pero sin conseguirlo. Acabé durmiéndome profundamente mientras me prometía a mí misma que nunca más lloraría por un tío como Harry. Nunca.
(Narra Harry)
Cuando Evie se marchó sin que yo pudiera hacer nada me sentí fatal. Más que eso. Pero tenía claro que yo no había hecho nada. Cassy solo había pasado a recoger su bolso que por un descuido se había olvidado en mi coche cuando fui a dejarla en su casa. Desde luego no había pasado nada y no porque ella no lo intentase si no porque yo la había frenado. Solo había podido pensar en Evie en toda la noche. Quise darle celos con ella pero al final me los dio ella a mí con Bieber cuando la vi marcharse con él. ¿Por qué la tuve que dejar marchar con él?
Y ahora estaba en el cuarto de Louis contándole todo lo sucedido mientras él asentía con la cabeza. Es que no podía parar de recordar la carita que se le había quedado a mi pequeña por culpa mía. Es que no la cago más porque no puedo. Soy un imbécil.
-Harold, lo mejor que puedes hacer ahora es dormir. Descansar para mañana ir a explicarle todo a Evie- me aconsejó él. Pero, ¿cómo iba a pensar yo en dormir cuando no podía parar de pensar en Evie?
-No puedo dormir así Louis. Me dijo que la olvidara. Es que no puedo joder. La he cagado completamente. Ella venía a disculparse por nada ¿sabes? Soy yo el imbécil que se enfadó por verla junto a su ídolo. Y justo cuando venía a solucionarlo todo voy yo y lo estropeo totalmente.
-Hazza, no arreglas nada poniéndote así. Tienes que relajarte y descansar. Te vendrá bien. Y mañana nada más levantarte vas a su hotel y te disculpas y te explicas con ella. Estoy seguro de que si se lo explicas como a mí te perdonará- no pude evitarlo. Empecé a llorar como ujn niño pequeño.- Oh, no llores, hombre- me consoló Lou.- Venga, ahora vas a ir a tu habitación y vas a dormir ¿vale?
Asentí lentamente y me fui a mi habitación. Me metí entre las sábanas y entre lágrimas conseguí dormirme.
(Al día siguiente)
Me levanté aproximadamente a las 12 de la mañana. Me había quedado dormido muy tarde porque la mitad de la noche me la había pasado llorando por lo ocurrido. Me vestí rapidísimamente y bajé corriendo hacia el hotel donde se alojaban las chicas.
Vi un coche parecido al que las llevaba a ellas ayer para los premios pero no me preocupé. Las chicas según Louis salían por la tarde.
Me dirigí hacia recepción donde le pregunté a una señorita si la habitación de Evie y ally había sido ya limpiada. Ésta me contestó afirmativamente por lo que supuse que las chicas ya estarían despiertas.
Subí en el ascensor repasando todo lo que le tenía que decir a Evie pero me había un lío yo solo. Cuando el ascensor se detuvo caminé hacia donde estaría ella. Toqué la puerta y salió una señora de la limpieza. Me extrañé.
-Perdone, ¿Dónde están las chicas de esta habitación?- le pregunté muy nervioso.
-¿Las chicas? Ah, se han ido ya del hotel.
-¿Sabe usted cuando volverán?
-No lo sé. Se llevaron ya todas sus pertenencias.
Y me sorprendí. ¿No era que se marchaban por la tarde? Llamé inmediatamente a Niall. Seguro que él sabía algo.
-Tío, ¿Cuándo se marchaban las chicas?
-Por la tarde pero han tenido que adelantar su vuelo. Ya estarán de regreso a Londres- me contestó.
-¿Cómo?- grité. Solté el móvil que calló al suelo segundos después.
Estaba enfadado, frustrado, triste, furioso… De todo menos bien. Quería romper algo. ¿Por qué las cosas me tenían que salir así?
Regresé al hotel casi llorando. No sabía como arreglar las cosas con Evie.  Nosotros teníamos que coger un avión hacia Italia hoy por la tarde, también. Así que no tenía ni idea de cuando podría hablar con Evie. Porque estaba claro de que no me iba a atender por móvil y a pesar de mucho suplicar a Simon no me iba a dejar ir por lo menos un día a Londres. Además ellas empezaban su pequeña gira. Todo era muy frustrante. Todo era un asco.

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