(Narra Rebeca)
Estábamos ya en nuestra habitación Fly y yo. Ninguna de las
dos hablaba. Yo estaba reflexionando sobre lo que estaba a punto de ocurrir.
Los chicos llegaban mañana por la mañana y no sabíamos que hacer. Las chicas se
merecían saber lo que habían estado haciendo pero sabía que la más afectada iba
a ser Laia. Por suerte no le había tocada cantar con Liam aunque a Evie si le
tocaba cantar con Harry.
-Fly… Yo creo que debemos contarle a las chicas lo que han
estado haciendo los chicos estas últimas semanas- me miró y asintió. Estábamos
ya en pijama pero nos daba igual. Salimos de nuestro cuarto yendo a parar al
cuarto de Laia.
-¡Laia! ¡Laia! Sal- grité mientras Fly se dedicaba a golpear
la puerta.
A los pocos minutos salió abrochando su bata.
-¿Qué pasa?- nos preguntó. Nosotras nos dedicamos a
arrastrarla a la habitación de Ally y Evie. No llamamos ni nada. Entramos como
quien por su casa y las pillamos a medio vestir. Ally se calló al suelo del
susto mientras Evie nos miraba con una sonrisa de asesina. Ally también la
acompaño después de incorporarse.
-Relajaos, fieras- murmuré mientras sonreía.
-Venimos a hablar sobre ese tema…- le indicó Fly a Ally moviendo
la cabeza. Ally se rio aun más por el gesto que estaba haciendo nuestra amiga.
Luego puso una cara seria.
-Bien- dijo Ally al fin.- Pasad y sentaos. Evie es mejor que
te sientes. Laia tu también.
-Me estáis asustando- dijo Laia mientras hacía lo que le
indicó Ally.
-Creo que esto que os vamos a contar no os va a gustar- dije
yo.
-A mi nada me derrumbará la noche. Mañana vienen los chicos-
gritó Evie toda emocionada.
-Es sobre ese tema…- dijo Ally. Pusieron una cara
interrogante.
-Chicas, será mejor que leáis esta revista…- les indicó Fly
mientras agarraba la revista que yo les estaba pasando.
Vieron la portada tanto Evie como Laia y unas lágrimas
cayeron de los ojos de Laia. Evie iba por el mismo camino pero sabía que no
lloraría en público. Después de unos minutos de silencio en los que Laia no
paraba de llorar y Evie apretaba los puños por fin alguien dijo algo.
-Me da igual- murmuró Evie mientras se levantaba.
-¿Cómo?- gritamos Ally y yo a la vez.
-Que me da igual lo que haga Harry. No estamos juntos y
tiene todo el derecho de divertirse con otra.
-Entonces ¿no te importa?- le preguntó Fly.
-No. Como yo le dije hace un tiempo él tiene su vida y yo la
mía. Haremos esta canción juntos y con suerte no me lo volveré a cruzar-
murmuró irónicamente. Sabíamos que mentía y que en verdad si que le importaba.
Luego se dirigió a Laia.- Cielo, no te preocupes por ese idiota. Mañana le diré
unas cuantas cosas a ese imbécil.
-No- dijo al fin Laia despertando de su shock. – Esto es
algo que yo ya me temía. Es mi problema yo veré como lo soluciono.
-Pero, es que ¿cómo pudo hacerte esto Liam? Nunca lo creí capaz…-
dijo Evie.
-La verdad es que ninguna nos esperábamos esto de Liam. De
Harry quizá pero de Liam no…- dije yo.
-Lo que tenemos que hacer ahora es dormir. Descansar para
mañana estar guapísimas para que esos idiotas sepan los que se están perdiendo-
dijo Ally acariciando suavemente la mejilla de Evie y sonriendo a Laia.
-Claro que si. Los chicos al fin y al cabo no lo son todo-
gritó Evie como una loca. Volvía a ser la misma.
-Tenéis razón- dijo Laia.- A dormir se ha dicho- y
seguidamente se tumbó en la cama de Evie. Ésta última puso una cara rara.
-¡Esa es mi cama ladrona!- exclamó luego.
-Ahora es mía. Buenas noches- le hecho la lengua y se ocultó
bajo las sábanas.
-Venga. Hoy todas dormís aquí. Traed un colchón grande- dijo
Ally. La verdad es que era una buena idea así no permitiríamos que nadie se
derrumbara. Y así dormimos toda la noche entre mis bromas y las de Evie y
soportando los ronquidos de Laia mientras Fly y Ally chillaban
escandalosamente.
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