Capítulo 34 '' Dolor de cabeza ''

Gracias por comentarme en el capítulo anterior y espero que me comentéis en este! Os quiero mucho y gracias por leer! AVISO: Pronto haré un maratón de capítulos así que cuantos más comentarios obtenga más pronto lo subiré! Soy cruel, lo sé! ha ha ha :P XX

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(Narra Rebeca)

La ‘’cita’’ con Mario no había sido nada especial. Más o menos era como si hubiese quedado con un amigo más. Por lo menos no pensé en Louis durante toda la cena. Lo pasé muy bien ya que con Mario recuperé mi alegría y mi chiste para hacer bromas. Llegué muy animada a mi cuarto gracias a él. Cuando entré, me encontré con las cuatro compañeras de grupo esparramadas por el suelo de la habitación. Me empecé a reir mientras las veía. Fly tenía la cabeza apoyada en las piernas de Ally, mientras que ésta tenía la espalda apoyada contra la cama de Fly. Evie por su parte parecía un murciélago. Estaba acostada sobre mi cama bocarriba y al revés de manera que tenía toda su melena esparcida por delante de su cara. Laia se encontraba tirada encima de la alfombra con las piernas cruzadas. La única que tenía una posición bastante normal.

-¿Tanto me echáis de menos que me esperáis despiertas hasta las 3 de la mañana?- les dije riéndome. Me descalcé y tiré los tacones contra el armario. Me quité la chaqueta y me puse al lado de Evie y con su misma posición. Notaba como la sangre me bajaba hasta el cerebro.

-Eres imprescindible, Crazy Girl- me dijo Evie mientras se apartaba el pelo de la cara.

-¿Qué tal la cita?- me preguntó Fly.

-Normal. Lo pasé bien con Mario pero estoy agotada. Después de cenar me llevó a una discoteca y creo que me he pasado un poco bebiendo- se rieron de mí.

-Lo imposible sería que algún día te controlaras con el alcohol- dijo Laia a modo de regaño pero aun así seguía riéndose de mí.

- Bueno y ahora que nos ha dicho que lo ha pasado bien, ¿podemos irnos a dormir?- gritó Ally. Tenía cara de zombie.

-Hoy hemos salido con los chicos y no eres la única que se ha pasado bebiendo- me dijo Evie en un susurro mientras Laia y Fly ayudaban a Ally a levantarse. Me sentí rara cuando dijo que habían salido con los chicos. ¿Eso significaba que Louis también había salido con ellas? Ignoré mi pregunta tontas.

-Buenas noches, chicas- dijeron a coro Laia y Evie mientras llevaban cogida por los hombros a Ally. Ésta solo nos hizo un ademán de adiós con la mano.

-Dormid bien- dije yo mientras me tiraba en mi cama. Cerraron la puerta y Fly se acercó a mí. La verdad es que en ese momento pensé que me iba a reventar la cabeza. Entre que me puse en una posturita incómoda y que llevaba unas copas de más tenía un dolor de cabeza terrible.

-¿Qué tal estás? ¿Quieres que vaya a comprar aspirinas?- me dijo Fly ya que notaba que no me encontraba bien.

-No hace falta. Voy yo y así me da un poco el aire. Además la farmacia de guardia está aquí al lado- y dicho esto, después de ponerme el chándal por encima del pijama, cogí mis tenis y salí de la habitación.

Cuando compré la caja de aspirinas, fui hacia la cafetería del hotel. Casi no había gente. Yo me dirigí hacia la barra para pedirle al camarero un vaso de agua. Después de tomarme una aspirina, compré una botella de agua y subí de nuevo a mi cuarto. Fly ya estaba durmiendo. Lo noté gracias a sus típicos susurros a los que ya estaba acostumbrada. Me deshice de mi chándal y me metí en mi cama y me tapé hasta arriba.

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Unos saltos y unos chillidos me despertaron. Abrí los ojos de mala gana y me abalance contra una de las personas que estaba montado semejante alboroto. Me encontré con Ally que me miraba divertida mientras seguía chillando. Luego giré la vista para encontrarme con Evie y con Harry y Niall. Desde la puerta nos observaban los demás, incluído Louis del que no pude apartar la mirada durante unos minutos.

-¿Se puede saber que coño estáis haciendo? Estaba muy feliz soñando hasta que unos horrorosos personajes me despertaron- les grité mientras me levantada. 

Observé a las chicas que seguían en pijama mientras que los chicos ya estaban vestidos.

-Queríamos comprobar si lo que Evie decía era verdad- dijo Niall mientras sonreía.- Tenía razón.

-¿Qué decía Miss Charming sobre mí?- pregunté mientras le echaba una mirada amenazadora a Evie.

-¡Qué parecías el típico monstruo de una película al despertar!- gritó Harry y se puso a reír como un loco.

-Es que yo nunca me equivoco- alardeó Evie.

-Bueno, venga, a vestirse todo el mundo- gritó Laia. Se encontraba al lado de Liam, el que le pasaba un brazo por sus hombros. Ella seguía en pijama.

-A la orden, mi comandante- gritó Ally mientras hacía el típico gesto de marinero con la mano. Salieron todos de nuestro cuarto para dejarnos intimidad. Rato después, cuando Fly y yo estuvimos listas bajamos a la recepción donde nos esperaban todos.

(Narra Fly)

Por la mañana dimos un paseo por Madrid. Nos dividimos por parejas de dos para que así no nos molestáramos los unos a los otros. Zayn me cogió de la mano nada más que Evie propusiera esta idea.

-Yo me voy con mi novia- dijo Liam mientras también se llevaba a Laia.

-Recordad, a las 5 en el hotel. ¡Qué tenemos que ensayar, chicas!- gritó Laia mientras desaparecía de nuestras vistas. Ally y Niall también se fueron.

Miré a Rebeca y a Evie que parecían indecisas. La verdad es que Evie no se esperaría que se marcharan todas con sus novios.

-Bueno nosotros también nos vamos-dijo Zayn mientras yo me despedía de los cuatro con una sonrisa.

-¿Adonde tienes pensado ir?- le pregunté mientras caminábamos a paso lento.

-¿Te parece buena idea ir al zoo?- me preguntó. Nunca había ido al zoo de Madrid y eso que ya llevaba tiempo en esa ciudad.

-Me parece genial- contesté sonriendo y allí nos dirigimos.

Cuando llegamos, fuimos inmediatamente a ver a los leones que era lo primero que tenía ganas de ver. Luego pasamos por al lado de las jirafas. Eran enormes. Yo no paraba de sonreí y al parecer Zayn tampoco. Luego fuimos a la zona de los anfibios donde se encontraban las serpientes y los lagartos.

-No me obligues a entrar ahí, por favor- le supliqué a Zayn que me observaba divertido.

-Venga, si no pasa nada. Están encerrados, no te van a comer- me dijo. Él quería entrar a ver a las serpientes pero a mí me daban asco.

-Que no. Que no quiero. Entra tú, yo te espero aquí- le dije como una niña pequeña.

-Venga, Fly. Por favor- me suplicó con ojos de niño. ¿Quién le podía negar nada a esos ojitos marrones? Yo estaba claro que no podía.

-Vale, pero te aviso. Tápate las orejas porque voy a chillar- dije mientras que Zayn sonreía y me agarraba de la mano. Me dio un beso en la mejilla y entramos en el establecimiento.