Cinco chicas que cumplen su sueño gracias a un concurso. Conocen a One Direction y triunfan en el mundo musical. ¿Qué más podrían pedir? Eso es lo que se preguntan hasta que el destino pone unas cuantas piedras en su camino.

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sábado, 12 de enero de 2013

Capítulo 12 '' Encuentro en una limusina '' (Segunda Temporada) Maratón.


(Narra Evie)
Estaba cambiándome tranquilamente mientras que Rebeca intentaba hacer algo con su pelo y Laia y Fly hablaban animadamente. De pronto Ally entró escopeteada y cogió sus cosas rápido.
-Ey, ey tanta prisa, ¿a qué viene?- le pregunté yo ya que las demás parecían no haberse fijado. Ally se acercó a mí.
-No se lo digas a nadie ¿ok?- me pidió. Yo asentí.- He quedado para cenar con Niall.
Intenté ponerle una buena cara, intenté que no se me notara que no estaba de acuerdo con su idea para no presionarla más de lo que estaba ya que sabía perfectamente que ella seguía pillada por Niall, pero al parecer no disimulé lo suficientemente bien.
-¿Te parece mal verdad?- me preguntó con su voz que mostraba tristeza.
-Ally no es lo que me parezca a mí. ¿Tú quieres quedar con él?
-Sí.
-Pues ya está. Vete y pásatelo muy bien y por las demás no te preocupes- le aseguré yo para que se fuera tranquila. Me sonrió.
-Muchas gracias Evie. Eres la mejor, enserio.
-Venga, arréglate rápido- le dije en voz baja. Ella entró en el baño corriendo mientras me fijé en que nadie se había percatado de nada.
Ally salió pronto del baño y cogió sus cosas para marcharse. Entonces fue cuando Laia se fijó en ella.
-¿A dónde vas Ally? Mick aún no ha llegado con el coche- le dijo mientras se separaba de Fly.
-Bueno… eh…- tartamudeaba Ally.
-Uh, ¿Y a qué viene tanto arreglo? ¿Por qué vas tan peinada?- le preguntó Rebeca que por fin había terminado de decidir llevar una coleta.
-Eh…- siguió sin contestar Ally. A mí tampoco se me ocurría una escusa buena.
-Confiesa ¿has quedado con un chico no?- dijo Fly de repente provocando que los nervios de Ally aumentaran. Fue ahí cuando se encendió mi bombilla.
-No, no… Es que Ally y yo nos vamos a ir de compras ¿verdad Ally?- le dije intentando que asintiera lo más convincente posible.
-Sí- dijo en un susurro. Así vamos mal porque no se lo van a creer…
-Y ¿por qué tú no te arreglaste tanto?- me preguntó Laia. Chasco, yo llevaba puestos unos pantalones flojos de chándal y con una camiseta básica negra y una chaqueta negra de Adidas.
-Porque hoy no tenía ganas de arreglarme- dije como si tal evidente fuera la cosa. Las chicas me miraron interrogantes.- Bueno, ¡vámonos Ally o nos cerrarán las tiendas!- grité y le agarré de la mano tirando de ella hacia la salida.
Caminamos hacia la salida mientras sacudía a Ally que se notaba que estaba muy nerviosa. Al salir un montón de cámaras nos rodearon y empezaron las preguntas.
-¿Adónde os dirigís ahora?- preguntó una reportera.
-¿Por qué vais solo las dos? ¿Dónde están las demás?- preguntó otro.
Yo solo intenté abrir camino al igual que Ally pero cada vez había más cámaras y cada vez me sentía más agobiada. Estaba cansándome de apartar a las cámaras cuando un hombre alto y fuerte nos abrió camino. Lo reconocí al instante. El guardaespaldas de los chicos.
-Venid por aquí- nos señaló mientras nos metíamos en un coche negro. Esto no le gustaría a Steven, lo veía venir.
Entramos en el coche solo por no ser perseguidas por los periodistas. Allí dentro estaba Niall, Louis y Harry. Los saludé a todos.
- Por favor ¿seríais tan amable de dejarme en la próxima esquina? – le dije mientras me acomodaba en el asiento.
-¿No te quedas?- me preguntó Louis con una carita de perrito degollado.
-No- le dije mientras le acariciaba un moflete.
-¿Por qué? ¡Qué cruel eres!- me chilló con la típica voz de niña. Sonreí pero no le contesté.
El coche se detuvo y yo me despedí de todos.
-Adios, Niall me alegro de volver a verte y pórtate bien con Ally ¿eh?- le dije.
-Yo también me alegro de volver a verte y comprobar que no has cambiado nada- me dijo mientras me daba un abrazo.
-¿Y eso como me lo tomo a mal o a bien?- le pregunté riéndome.
-A mal por supuesto- bromeó entonces y puse una cara de afectada que acabó por finalizar en una risa.
-Oye ¿y cómo hacemos con las chicas?- me preguntó Ally.
-No te preocupes. Trataré de no estar en casa hasta que regreses. Acuérdate de darme un toque- le di un beso en la mejilla y luego me dirigí a Louis.
-Otro día quedamos ¿vale?- le propuse. La verdad es que no me quedaba porque estaba Harry.
-Vale, pero que sepas que eres una mala persona- me recriminó.
-Lo que tu digas Boo- le dije abrazándolo.
-Te llamo luego- me dijo. – Que tengo cosas que contarte.
-Cuando quieras- le sonreí y me separé de él.
-Adiós Harry- le dije educadamente.
-Hasta otra- me dijo él. Por fin habló ya que no había dicho nada durante el corto trayecto. Pero su cara mostraba que le resultaba indiferente.
Abrí la puerta y salí del coche después de escuchar un ‘’ Adiós corazón’’  de Louis que volvía a imitar a una niña. Este chico más tonto no podía ser a veces. Me reí para mis adentros y comencé a caminar sin rumbo fijo.
Hacía bastante frío para estar a principios de verano así que me abroché la chaqueta. Con el miedo de que me reconocieran paré en una tienda a comprarme unas gafas y un gorro. Luego paré en unas cuantas tiendas y compré algunas cosas que nos hacían falta a Ally y a mí para casa. Miré mi reloj y observé que aun era muy temprano y no sabía que hacer. Entonces se me pasó por la cabeza llamar a mi familia a la que no veía desde por lo menos una semana y a la que estaba muchísimo de menos.
Estaba hablando con mi hermana cuando noté una sensación muy rara. Sentí como si me estuvieran siguiendo. Me giré varias veces pero en ninguna de ellas vi nada raro hasta que una mano se posó en mi hombro. En ese momento empecé a chillar como una loca de miedo.

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