(Narra Evie)
Estaba cambiándome tranquilamente mientras que Rebeca
intentaba hacer algo con su pelo y Laia y Fly hablaban animadamente. De pronto
Ally entró escopeteada y cogió sus cosas rápido.
-Ey, ey tanta prisa, ¿a qué viene?- le pregunté yo ya que
las demás parecían no haberse fijado. Ally se acercó a mí.
-No se lo digas a nadie ¿ok?- me pidió. Yo asentí.- He
quedado para cenar con Niall.
Intenté ponerle una buena cara, intenté que no se me notara
que no estaba de acuerdo con su idea para no presionarla más de lo que estaba
ya que sabía perfectamente que ella seguía pillada por Niall, pero al parecer
no disimulé lo suficientemente bien.
-¿Te parece mal verdad?- me preguntó con su voz que mostraba
tristeza.
-Ally no es lo que me parezca a mí. ¿Tú quieres quedar con
él?
-Sí.
-Pues ya está. Vete y pásatelo muy bien y por las demás no
te preocupes- le aseguré yo para que se fuera tranquila. Me sonrió.
-Muchas gracias Evie. Eres la mejor, enserio.
-Venga, arréglate rápido- le dije en voz baja. Ella entró en
el baño corriendo mientras me fijé en que nadie se había percatado de nada.
Ally salió pronto del baño y cogió sus cosas para marcharse.
Entonces fue cuando Laia se fijó en ella.
-¿A dónde vas Ally? Mick aún no ha llegado con el coche- le
dijo mientras se separaba de Fly.
-Bueno… eh…- tartamudeaba Ally.
-Uh, ¿Y a qué viene tanto arreglo? ¿Por qué vas tan
peinada?- le preguntó Rebeca que por fin había terminado de decidir llevar una
coleta.
-Eh…- siguió sin contestar Ally. A mí tampoco se me ocurría
una escusa buena.
-Confiesa ¿has quedado con un chico no?- dijo Fly de repente
provocando que los nervios de Ally aumentaran. Fue ahí cuando se encendió mi
bombilla.
-No, no… Es que Ally y yo nos vamos a ir de compras ¿verdad
Ally?- le dije intentando que asintiera lo más convincente posible.
-Sí- dijo en un susurro. Así vamos mal porque no se lo van a
creer…
-Y ¿por qué tú no te arreglaste tanto?- me preguntó Laia.
Chasco, yo llevaba puestos unos pantalones flojos de chándal y con una camiseta
básica negra y una chaqueta negra de Adidas.
-Porque hoy no tenía ganas de arreglarme- dije como si tal
evidente fuera la cosa. Las chicas me miraron interrogantes.- Bueno, ¡vámonos
Ally o nos cerrarán las tiendas!- grité y le agarré de la mano tirando de ella
hacia la salida.
Caminamos hacia la salida mientras sacudía a Ally que se
notaba que estaba muy nerviosa. Al salir un montón de cámaras nos rodearon y
empezaron las preguntas.
-¿Adónde os dirigís ahora?- preguntó una reportera.
-¿Por qué vais solo las dos? ¿Dónde están las demás?-
preguntó otro.
Yo solo intenté abrir camino al igual que Ally pero cada vez
había más cámaras y cada vez me sentía más agobiada. Estaba cansándome de
apartar a las cámaras cuando un hombre alto y fuerte nos abrió camino. Lo
reconocí al instante. El guardaespaldas de los chicos.
-Venid por aquí- nos señaló mientras nos metíamos en un
coche negro. Esto no le gustaría a Steven, lo veía venir.
Entramos en el coche solo por no ser perseguidas por los
periodistas. Allí dentro estaba Niall, Louis y Harry. Los saludé a todos.
- Por favor ¿seríais tan amable de dejarme en la próxima
esquina? – le dije mientras me acomodaba en el asiento.
-¿No te quedas?- me preguntó Louis con una carita de perrito
degollado.
-No- le dije mientras le acariciaba un moflete.
-¿Por qué? ¡Qué cruel eres!- me chilló con la típica voz de
niña. Sonreí pero no le contesté.
El coche se detuvo y yo me despedí de todos.
-Adios, Niall me alegro de volver a verte y pórtate bien con
Ally ¿eh?- le dije.
-Yo también me alegro de volver a verte y comprobar que no
has cambiado nada- me dijo mientras me daba un abrazo.
-¿Y eso como me lo tomo a mal o a bien?- le pregunté
riéndome.
-A mal por supuesto- bromeó entonces y puse una cara de
afectada que acabó por finalizar en una risa.
-Oye ¿y cómo hacemos con las chicas?- me preguntó Ally.
-No te preocupes. Trataré de no estar en casa hasta que
regreses. Acuérdate de darme un toque- le di un beso en la mejilla y luego me
dirigí a Louis.
-Otro día quedamos ¿vale?- le propuse. La verdad es que no
me quedaba porque estaba Harry.
-Vale, pero que sepas que eres una mala persona- me
recriminó.
-Lo que tu digas Boo- le dije abrazándolo.
-Te llamo luego- me dijo. – Que tengo cosas que contarte.
-Cuando quieras- le sonreí y me separé de él.
-Adiós Harry- le dije educadamente.
-Hasta otra- me dijo él. Por fin habló ya que no había dicho
nada durante el corto trayecto. Pero su cara mostraba que le resultaba
indiferente.
Abrí la puerta y salí del coche después de escuchar un ‘’
Adiós corazón’’ de Louis que volvía a imitar
a una niña. Este chico más tonto no podía ser a veces. Me reí para mis adentros
y comencé a caminar sin rumbo fijo.
Hacía bastante frío para estar a principios de verano así
que me abroché la chaqueta. Con el miedo de que me reconocieran paré en una
tienda a comprarme unas gafas y un gorro. Luego paré en unas cuantas tiendas y
compré algunas cosas que nos hacían falta a Ally y a mí para casa. Miré mi
reloj y observé que aun era muy temprano y no sabía que hacer. Entonces se me
pasó por la cabeza llamar a mi familia a la que no veía desde por lo menos una
semana y a la que estaba muchísimo de menos.
Estaba hablando con mi hermana cuando noté una sensación muy
rara. Sentí como si me estuvieran siguiendo. Me giré varias veces pero en
ninguna de ellas vi nada raro hasta que una mano se posó en mi hombro. En ese
momento empecé a chillar como una loca de miedo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario