(Narra Ally)
Cuando Evie se bajó del coche nosotros continuamos nuestro
trayecto hasta que Louis y Harry se bajaron del coche despidiéndose de mi con
un abrazo conjunto. Que Harry fuera un poco áspero con Evie no significaba que
con migo iba a ser igual pero me esperaba que me guardara algo de rencor cosa
que no hacía por lo que me alegré.
Cuando Niall y yo nos quedamos solos le indicó un sitio al
que llevarme a Paul mientras que nosotros nos dedicábamos a hablar de todo un
poco. El camino se me pasó muy rápido hablando de tonterías con Niall. La
verdad es que chava mucho de menos eso. Lo echaba mucho de menos a él.
El coche se estacionó en un parking casi desierto. Niall
bajó del coche y yo con él y ambos nos dirigimos hacia dentro del restaurante.
-He decidido que viniéramos aquí porque es bueno para la
intimidad- me informó. A mi sinceramente me daba igual en que sitio estar si
estaba a su lado.
-Oh, me parece una buena idea- contesté.
Pronto nos dieron una mesa y nos sentamos a comer.
-Bueno Ally, llevo queriéndote preguntar una cosa desde que
te volví a ver en el cumpleaños de Evie- me dijo. Yo temblé por dentro ya que
sabía a qué se refería.
-Dime.
-¿Aún me quieres?- zaaaas, y yo no sabía como responder a
esa pregunta porque por un lado estaba lo que debía hacer y por otro lo que
sentía en realidad. Me decanté por ser sincera con él y contarle todo,
absolutamente todo con pelos y señales arriesgándome a que se enfadara
definitivamente conmigo. Al final con la historia se quedó algo perplejo.
-¿O sea que nos queríais y os obligaron a dejarnos?- me
preguntó aunque parecía como si se lo estuviera diciendo a sí mismo.
-Exacto- le dije.
-¿Y por qué no nos contasteis la verdad? Nadie se enteraría
y nosotros no nos hubiéramos estado preguntando todo este tiempo que fue lo que
hicimos mal.
-Pero Niall no podíamos.
-Ally, tú no sabes lo mal que lo hemos pasado todos por
vuestra culpa. Zayn y Liam se pasaron más de un mes sin salir de casa
exceptuando para los actos que teníamos. Solo salían para trabajar. Harry se
levantaba cada día con la cara roja de estar llorando cada noche y por las
noches se podían escuchar sus lloros. Louis, aun que te parezca mentira se pasó
mucho tiempo sin hacer bromas y sin mostrar su habitual sonrisa y yo… yo… yo no
pude nunca olvidarte. Lo pasé muy mal porque te tuve presente todos los días a
todas horas del día. Se nos hizo un infierno acostumbrarnos a vivir sin vosotras,
solo viendo como evolucionabais por revistas, periódicos y reportajes
televisivos.
-Niall, lo siento enserio pero no tuvimos otra opción.
-Allison, eso no me vale ahora. Pensé que me querías más que
a todo esto. Yo lo hice y lo sigo haciendo.
-Yo también te sigo queriendo igual que antes- las primeras
lágrimas brotaron de mis ojos.
-Demuéstralo y plántale cara a tu representante por mí- me
pidió Niall. Lloré aun más fuerte.
-Niall, no puedo. Esto no tiene solo que ver conmigo. No es
solo mi decisión. Es algo que decidimos las cinco y no puedo fastidiar a las
demás por mucho que yo te quiera.
-Entonces eso significa que no te importo tanto como tú me
dices.
-¿Y tú que sabes? Niall, tú no puedes saber cuanto yo te
quiero. Ni yo misma puedo definírtelo porque ni eso se aproximaría a lo mucho
que yo te amo. Y ahora mismo estás siendo muy egoísta. Piensas solo en nosotros
dos pero ¿y las demás qué? ¿Les rompo este sueño que estamos cumpliendo?¿Qué
quieres que me separe del grupo? ¿Es eso? – le chillé. Niall no contestó por lo
que cogí mi bolso y me levanté para irme.
Estaba saliendo por la puerta del restaurante cuando Niall
me detuvo. Parecía arrepentido.
-Lo siento. Tienes razón soy un egoísta- me dijo y yo le
abracé. No pude evitarlo. Quise besarlo también pero me parecía demasiado
precipitado pero volver a estar entre sus brazos me reconfortó. Una sonrisa
llena de lágrimas se mostró en mi cara.
(Narra Evie)
Me giré tan pronto como recuperé la cordura y me di cuenta
de que estaba montando un espectáculo. Pude observar esos ojos que me habían
cautivado desde la primera vez que los había visto. Mi primera reacción fue
pegarle por el susto que me había metido pero recordé que estaba en medio de la
calle. Miré a Harry extrañada por lo que estaba haciendo ya que no había
querido saber nada de mí desde hace siete meses. Aunque bueno habíamos hablado
algo en mi fiesta de cumpleaños pero casi no me acordaba de nada.
-¿Por qué me has dado un susto así? ¿Qué quieres? ¿Matarme?-
le grité algo sarcástica.
-El espectáculo lo has montado tu solita- me dijo con tono
gracioso.
Me cabreé. ¿Ahora que se dignaba a dirigirme la palabra lo
hacía para burlarse de mí? Pues no se lo iba a consentir. Pasé de él y seguí
con mi camino pero presentía que él me estaba siguiendo. Miré a través de un
cristal de un comercio y efectivamente, Harry me estaba siguiendo. Intenté
ignorarlo porque supuse que alguna fan lo reconocería y lo pararía y así
tendría una oportunidad para escabullirme pero no fue así. Llegó un punto en el
que no aguanté más y me giré bastante enfadada.
-¿Se puede saber por qué me estas siguiendo?- le pregunté de
malas maneras. Mi cara debía de mostrar mi notable enfado y si no mis palabras
lo hacía por sí solas.
-Me gustaría hablar contigo- me dijo así sin más sin importarle
que estuviera enfadada.
-¿Por qué? Mejor dicho, ¿sobre qué?- le dije algo ya más
calmada.
-Aún sigo esperando una explicación de lo que nos hicisteis-
me dijo mirándome directamente a los ojos.
-Han pasado ya siete meses, creo que no está bien remover el
pasado- dije y me dispuse a continuar con mi camino hacia alguna parte. Pero
otra vez me vino siguiendo. Me volví a girar algo divertida por la situación.
Tenía que reconocer que me parecía gracioso lo que estaba haciendo. – No me vas
a dejar en paz hasta que te conteste ¿verdad?- le pregunté riéndome.
Me miró fijamente mientras yo intentaba controlar mi risa.
Pero de pronto Harry sonrió y en ese momento sentía que moría de amor. Respiré
profundamente y paré de reír de golpe cosa que hizo que Harry se alarmara.
-Me conoces, Evelyn. Sabes que soy muy insistente- me dijo
de nuevo serio pero relajado.
-¿Por qué ahora? ¿Qué más te da?- le dije intentando
escabullirme del asunto.
-Siempre está bien saber lo que uno hizo mal para que no
vuelva a suceder- dijo tranquilamente. Yo no comprendía por qué me venía a
preguntar justo ahora.
-No hicisteis nada mal. Tuvimos que dejaros por obligación-
le solté de repente sin pensar. Una vez recapacitado lo que había soltado me
senté en uno de los muchos bancos que había por esa zona. Harry se sentó a mi
lado.
-¿Por obligación?- me preguntó sorprendido. A mí me hacía
daño hablar sobre ese tema por lo que estaba controlando mis ganas de llorar
respirando profundamente.
-Sí, nuestro mánager nos dijo que nos alejáramos de
vosotros. Que no nos venía nada bien para nuestra carrera.
-¿Y vosotras aceptasteis así sin más? Creía que os
importábamos.
-Y nos importabais. Mucho. Harry tu a mi me importabas
muchísimo. Fuiste mi única relación seria y la más importante. Vivo
arrepintiéndome de mi decisión desde el momento que la tomé pero no tuve marcha
atrás. Fui la primera en decidir y por eso las demás accedieron conmigo.
Pudimos habernos negado todas pero creo que nadie quería dejar colgada a nadie.
Quizás la culpa es solo mía. Si no hubiese accedido no creo que nadie hubiera
tenido el valor de hacerlo- las primeras lágrimas empezaron a brotar de mis
ojos pero fui valiente para levantar mi cabeza y mirarle a la cara.- Quiero que
le digas a los chicos todo esto que te estoy contando y decirles que la culpa
no es de ninguna de las chicas. Que si quieren echarle la culpa a alguien que
me la echen a mí. Y que perdonen a las chicas.
- ¿Por qué?- dijo entonces él que parecía estar despertando
del trance en el que estaba hundido.- ¿Por qué elegiste eso? ¿No me querías? –
parecía decepcionado. La verdad es que yo también lo estaría.
-Cuando has pasado por muchas relaciones- marqué mi última
palabra entre comillas – te das cuenta que lo único que permanece ahí es la
familia. Yo a las chicas las quiero como si fueran mis hermanas.
-Eso no justifica lo que hiciste.
-A lo mejor para ti no, pero para mi sí. En ese momento
sabía que tú podías encontrar a alguien mejor que yo. Y puedes hacerlo. Yo no
soy nada comparada con las millones de chicas con las que has salido en las
revistas. En ese momento pensé en las chicas y por qué no admitirlo, también
pensé en mí misma. Sabía que tú me dejarías tarde o temprano. Nada dura para
siempre.
-Eso es una tontería. No sé como pudiste pensar eso. Sabes
que yo estaba loco por ti. Que habría hecho cualquier cosa por ti- dijo
pasándose las manos por la cabeza.
-Sí. Harry, pero en
ese momento. ¿Quién me garantizaba que a
la primera de cambio no te irías con la primera que se te cruzase? Te dije en
su día que te dejaba porque no confiaba en ti y en realidad no estaba
mintiendo.
-No puedo creer que nos hicierais pasar todo esto sin
decirnos nada. Fuisteis unas egoístas. No pensasteis en como reaccionaríamos
nosotros. Te creía una persona sincera ante todo. Me has decepcionado mucho,
Evelyn. Pensé que serías diferente a las demás
pero me doy cuenta de que a todas os interesa lo mismo. Fama, fama y más
fama.
Enseguida me levanté de un salto al escuchar lo que Harry
estaba diciendo. ¿Qué me interesaba la fama? Eso ni él mismo se lo creía. Pero
logró enfadarme, enfadarme mucho.
-¿Fama?- le grité.- Si me interesara la fama habría
publicado el mismo día que comenzamos nuestra relación que estaba saliendo con
Harry Styles. Si me interesara la fama no te habría dejado después de todo iba
a ser más conocida por tu novia que por ser cantante. Si me interesara la fama
no me escondería de las cámaras- y con cada palabra que decía mi rabia
aumentaba y cada vez le pegaba más fuerte en el hombro.
Hasta que me harté y salté sobre él pegándole por todo el
cuerpo. Parecía una loca. Él no hacía nada por defenderse si no que me dejaba
seguir pegándole. Y con todo el escándalo que había montado empezaron a
rodearnos cámaras, niñas, señoras y demás.
Cuando me di cuenta de lo que estaba haciendo paré e inmediatamente me fui corriendo y
llorando como una idiota. Definitivamente esto a Steven no le iba a gustar.
…
Había pasado una semana desde mi ataque en medio de la calle
contra Harry. Steven se había enfadado muchísimo conmigo. Me gritó unas cuantas
veces y yo no me defendí para no empeorar las cosas solo dejé que me dijera lo
que me tenía que decir. Además también estaba lo de Ally ya que habían salido
fotos de ella y Niall hablando en una cafetería y de nosotras dos entrando en
el coche de One Direction. Definitivamente había demasiados motivos por los que
Steven estuviera enfadado.
Yo tuve que disculparme públicamente por lo que le había
echo a Harry. Había salido un video por internet de lo que había pasado que no
paraba de salir por la televisión. Por eso mismo llevaba sin ver la televisión
desde hace una semana. También sabía que en la puerta de mi casa había mil
paparazzis dispuestos a acosarme con tal de que les respondiera a alguna
pregunta. Por eso mismo también llevaba una semana sin salir de casa. Sin tener
contacto con nadie ni por teléfono ni vía nada. Para el mundo social era como
si hubiese muerto. Ni había acudido a la infinidad de compromisos que Steven
nos tenía preparados. Lo estaba retando pero poco me importaba. No había
hablado ni con las chicas, ni las había visto. Ally había aceptado a
regañadientes que pasara esa semana sola en mi casa con la condición de que le
informara si algo me pasaba pero hasta el momento no había ocurrido nada.
Cansada ya de estar como muerta cogí el mando de la
televisión y la encendí. Estaban echando un reportaje sobre los chicos. Me paré
a verlo.
‘’Sí, chicas lo que habéis oído parece que otro de los
chicos de One Direction está pillado. Y resulta que es nada menos que nuestro
querido chico de pelo rizado. Al parecer Harry ha comenzado una relación con
Taylor Swift. – Empiezan a poner fotos de ellos dos paseando de la mano- ¿No
creéis que hacen una bonita pareja? A mí me parecen adorables…’’
No pude continuar escuchando eso y seguidamente apagué la
televisión llorando a moco tendido. Y luego era él decía que yo era la que no
lo quería lo suficiente. Lloraba como una tonta pero en el fondo todo eso ya me
lo esperaba. Estuve así unos cuantos minutos hasta que de pronto me sonó el
móvil. Era la primera vez en una semana que iba atender a una llamada. Ni
siquiera miré el nombre.
(Conversación telefónica)
Yo: ¿Sí?
Steven: Ven a mi oficina inmediatamente. Tenemos que hablar.
Yo: De acuerdo.
(Fin de la conversación)
A pesar de la repentina llamada de Steven, de que mi imagen
estaba por los suelos y de que iba a ser arrollada por las cámaras en cuanto
saliera, decidí arriesgarme y salir de casa
pero no sin antes llamar a un taxi.
No hay comentarios:
Publicar un comentario